Ya había leído a Neïra antes y sabía perfectamente que sus historias llegan al corazón. Sabía a que atenerme pero no esperaba esto. Me ha tocado el corazón, me lo ha encogido y ahora sé que Sara será difícil de olvidar. 

El libro lleva un mes publicado y yo esperé hasta este momento para leerlo. No fue una decisión si no algo que más bien llegó y os prometo, que ha sido el libro perfecto para el momento adecuado. Quizás si lo hubiera leído en otro momento, lo hubiese sentido menos o no se me hubiese metido bajo la piel. No me esperaba esta historia. Empecé a leer sin saber nada de la historia, a ciegas completamente y ha sido increíble.   

Siendo apenas unas niñas, Sara y Vera conocieron a Alex un chico que llegó a pasar las vacaciones de verano a la única casa que hay al otro lado del lago. Descubrieron una posibilidad de diversión y no la desaprovecharon. Formaron un lazo irrompible pero irremediablemente, a veces Sara se sentía más pequeña y cobarde que Vera y Alex. En ocasiones, se sentía lejos de ellos aún cuando estaban cerca porque Sara era diferente.

Crecieron juntos, reencontrándose cada verano hasta que dejaron de ser adolescentes y las cosas cambiaron. Ha pasado el tiempo y ahora es Sara la única que sigue viviendo en aquel tranquilo pueblo. Alex se fue y no volvió sin dar explicaciones y Vera... voló como siempre quiso hacerlo. 

Valiente Vera, pequeña Sara es una historia llena de sentimientos que todos hemos vivido. Los amores de verano, las risas, las amistades que parecen ser para siempre, la importancia de la familia... Hay tantas cosas que podría decir de este libro que no sé ni como hacerlo porque tengo los sentimientos a flor de piel. Me ha llegado al corazón y me lo ha estrujado, me ha enseñado muchas cosas y sobre todo me ha dado el impulso que necesitaba para seguir adelante. 

Os juro que me gustaría contaros muchas cosas más de la magia que ha hecho Neïra con este libro, pero prefiero que os adentréis a ciegas en él como lo he hecho yo porque entonces lo disfrutaréis mucho más. Gracias de corazón Neïra porque he sentido con este libro todo lo que necesitaba y no sabía. Gracias porque me he visto reflejada y me has dado un empujón. Gracias por Sara, Vera, Alex, Yago, Paloma, Tango y Amelia. Gracias. 

Por si cabía alguna duda, le doy unas más que merecidas cinco estrellas. Tenéis que leerlo, incluso si no sois especialmente amantes de la literatura romántica. Dadle una oportunidad y no abandonéis porque os sorprenderá. Lo prometo. 

Llamaron la atención porque es un tema que me toca mucho la moral. Somos la generación de la tecnología y aunque no hemos nacido con un móvil, tablet o ordenador bajo el brazo como los niños de hoy en día -al menos no en mi caso - nos hemos ido conectando a ella irremediablemente. Los tiempos cambian y nosotros, queramos o no, tenemos que adaptarnos. 

A veces ocurre - y no voy a generalizar como hace este señor - que precisamente por vivir conectados y pegados a una pantalla se nos encasilla en etiquetas como las que utiliza este señor acusándonos de no leer más allá de los mensajes de whatsApp. Hay jóvenes que leen y jóvenes que no leen, y los primeros no son mejores que los segundos. Lo que desde luego no está bien, es menospreciar y generalizar.

Tal vez debería haberse informado un poco antes y saber que la venta de libros en España ha ido descendiendo durante la crisis en todos los sectores excepto en la literatura infantil y juvenil, según según se desprende del último Anuario Iberoamericano sobre el Libro Infantil y Juvenil 2015. Actualmente, el sector de la literatura infantil y juvenil es la categoría más resistente y sólida dentro del mercado editorial. Además, le vendría bien saber que según los datos del Observatorio de la Lectura, los jóvenes entre 14 y 25 años son los españoles que más leen. 

La tecnología domina el mundo hoy en día y aunque eso en algunas ocasiones pueda parecer negativo y lo sea a veces, también trae cosas positivas. Sin ir más lejos, esta semana se publicaba un artículo en el periódico "La Vanguardia" sobre los Booktubers "o por qué tus hijos leen más que nunca". En ese mismo artículo se hablaba que según los datos de Amazon, una buena crítica de un booktuber puede llegar a aumentar las ventas de un libro en un 20%. Ese es quizás el mejor ejemplo de que los jóvenes sabemos utilizar la tecnología para algo más que para mandar whatsApps le pese a quien le pese. 

El problema siempre estará - desde mi punto de vista - en el enfrentamiento generacional que existe hoy en día y que de una forma u otra siempre habrá. Los tiempos van cambiando y adaptarse es una opción pero lo que sí deberíamos intentar es comprendernos unos a otros. Los jóvenes debemos comprender que no siempre ha habido internet, ni móviles, ni whatsApp y los adultos que la tecnología está a la orden del día y que no es algo malo o al menos no siempre. 

Lo que desde luego no se puede hacer, es meter a toda una generación en el mismo saco y menospreciarla porque de primera mano conozcas un par de casos de jóvenes que "no leen más que whatsApps y no se gasta un euro en libros". Claro que hay jóvenes así y está genial que no lean y no se gasten un euro en libros porque preferirán gastárselo en música, cine, viajar o cualquier otra cosa. Así como también hay jóvenes que adoran leer y cuyos ahorros se destinan a libros casi en su totalidad. Cada persona es libre de hacer lo que quiera con su tiempo y con su dinero, y a nadie debería importarle. 

La semana pasada solo habéis tenido un post y eso no puede ser, así que vuelvo a la carga (siempre y cuando mi internet me lo permita). Esta semanas que he estado en casa y hablando sobre mi pasión por los libros mi familia ha soltado frases tal que "Qué rara eres" y otras perlitas que me hicieron reflexionar sobre cosas que hacemos los lectores y el resto de personas no entienden. 

Así que aquí va mi lista. 

1. Oler los libros sean nuevos o viejos. Siempre que compro un libro o que alguno cae en mis manos, lo primero que hago es olerlos y ¡me encanta!

2. Comprar libros nuevos aunque en casa tengamos unos cuantos que aún no hemos leído. ¡Culpable! pero lo siento, no puedo evitarlo.

3. Tener una lista interminable de "libros por leer" que nunca termina por mucho que leas. Siempre añades más y más.

4. Perder horas de sueño o trasnochar cuando un libro te gusta mucho y te tiene enganchada. Incluso cuando al día siguiente tienes Instituto, universidad o trabajo. 

5. Llevar siempre un libro a todas partes (en cualquier formato) porque cualquier momento es bueno para leer y siempre es bueno acompañarse de un amigo.

6. Querer entrar a las librerías y bibliotecas siempre que pasas por delante (y saber que no serán cinco minutos aunque lo digas). 

7. Emocionarte al hablar de los libros incluso cuando hablas con gente que no lee (y no poder evitarlo).

8. Cuidar tus libros como si fueran lo más preciado del mundo (porque lo son). 

9. Intentar leer siempre el libro antes que la película y sufrir cuando no es fiel a éste. 

10. Preferir quedarte leyendo en casa antes que hacer otras cosas que te apetecen menos con tus amigos. 

11. Emocionarte, enamorarte y sufrir con los personajes como si fueran de verdad (y odiar que no lo sean). 

12. Soñar con una casa con muchas estanterías repletas de libros. 

13. Engañarte con "un capitulo más y paro" hasta que terminas el libro. 

14. Leer varios libros a la vez.

15. No poder evitar leer incluso en temporada de exámenes.  

Siempre que Elisabet Benavent saca libro me emociono y necesito comprarlo ese mismo día. No puedo evitarlo ni aun sabiendo que de alguno de sus últimos libros esperaba más. Con Mi isla tuve sentimientos encontrados pero aún así la emoción sigue siendo la misma. Además comparto la emoción con una de mis mejores amigas Ylenia (aunque ella es mucho más hater que yo) y eso hace aún más especial cada libro que publica la autora. 

Las ganas de leer "La magia de ser Sofía" aumentaban con cada detalle que sabía del libro. Para empezar, pensaba que la portada no podía ser más bonita pero en persona lo era aún más. El nombre de la protagonista siempre me ha gustado (aunque Martina también me parece precioso) y cuando supe que su pasión era leer, los gatos y el café pensé que Elisabet me había retratado. 

Siempre destaco una cosa de las historias que crea Elisabet y esta vez he de hacerlo de nuevo: los personajes. Independientemente de lo sencilla o no que sea la historia, siempre consigue hacerlos humanos y que me sienta identificada o reflejada de una manera u otra. Sin embargo, esta vez hay excepciones. 

Cuando dijo que me enamoran los personajes, es que en mayor o menor medida conecto con todos. Siempre me acabo llevando algo de cada uno de ellos (Lola, Valeria, Carmen, Nerea, Víctor, Silvia, Gabriel, Martina, Pablo, Amaia, Javi, Maggie...) pero en esta ocasión hay matices. Sofía me ha parecido francamente genial. Me imagino entrando en una cafetería y encontrándola tras la barra del bar sonriendo con ese brillo en los ojos que llama la atención. Siendo amable y cercana con cada uno de los clientes que entra en su establecimiento y enamorada de su vida y de los pequeños detalles. 

Los personajes masculinos que crea Elisabet Benavent son, por lo general, de ensueño (Victor, Gabriel, Hugo y Pablo me enamoraron. Incluso Alejandro me gustó en cierto modo) pero con Héctor he tenido problemas. Sentimientos encontrados. No sé. Llamadlo como queráis pero no me ha enamorado y eso es raro (soy una persona enamoradiza qué le voy a hacer). Pero vamos por partes. 

Héctor y Sofía se cruzan un día de enero y ahí estalla la magia. Sin embargo, Héctor tiene novia y no una novia cualquiera, no. Su novia de toda la vida. ¿Cómo deshechas tu vida entera porque alguien despierte no se qué sentimientos en ti? Hasta ahí todo bien porque siendo sinceras, la posibilidad de conocer a un chico que te guste y que no tenga novia son bastante escasas. 

Tenía la esperanza de que Héctor me cautivase a medida que avanza el libro, pero no. No podría explicar exactamente por qué no he sentido ese flechazo pero ha sido mi gran handicap del libro. Me imaginaba como sería el libro o como terminaría pero tenía la esperanza de que ocurriese otra cosa y no reforzar mi idea de que Héctor no me gusta como personaje masculino. 

En cuanto al resto de personajes, me han gustado pero al tener menos protagonismo tampoco he podido meterme en su piel como me paso con Amaia, Lola, Carmen y demás. Amo profundamente a Abel y me encantan las cenas de "cuéntame tus mierdas" pero esperaba más protagonismo para terminar de engancharme. 

En definitiva, no puedo decir que no haya disfrutado el libro porque siempre disfruto los libros de la autora pero no me ha enganchado tanto como otros. Si es cierto que este es el libro menos Elisabet Benavent de todos y que arriesgue me ha parecido genial. Además, como dice en los agradecimientos, cuando tenía la historia casi construida la desechó y empezó de cero. Eso dice mucho de una autora, que se esfuerza en publicar algo de lo que sentirse orgullosa y no cualquier cosa. 

Es la historia menos "suya" pero quizás la más real y la que más me ha hecho pensar. Porque son cosas que realmente ocurren y mi opinión final dependerá casi en exclusiva de "La magia ser nosotros" que se publica el 6 de abril. 

De momento, le doy un 4/5 a pesar de esa gran pega que le pongo a Héctor y que ha hecho que no disfrute tanto la historia como esperaba. 

✔️ ¡LO QUIERO!

✔️ En los zapatos de Valeria

✔️ Saga Valeria

✔️ Persiguiendo a Silvia

✔️ Encontrando a Silvia

✔️ Trilogía mi elección

✔️ Martina con vistas al mar

✔️ Martina en tierra firma

✔️  Mi isla